Notas desde el pabellón de la límpida soledad

El camino de la sanación no es lineal, lo he leído tantas veces y cada vez que tengo un retroceso la sorpresa sigue siendo la misma, vuelven fantasmas, y cuando uno de ellos vuelve a la vida, suele despertar a los demás.

Un día te sientes diferente, estás dando los pasos que suelen dar las personas que están sanando. Hasta que tu siguiente paso, sin ninguna advertencia, es hacia un abismo de recuerdos y realidades paralelas que pudieran doblar como evidencia de la interpretación de los muchos mundos.

El único lugar donde puedo encontrarme con estos mundos es en el abismo de mi mente, al que suelo llegar por accidente, como el que toma un giro equivocado en un sendero. Puedo caminar y ver como cada uno de los fantasmas que me acompañan cobran vida en ellos, retomando su papel pero esta vez con otro guion.

Muchos mundos, en una hoja

Puedo recorrer una galería fin de mundos paralelos en mi mente, hasta que la realidad me llame, y nunca salgo ileso, no es solo ver sin ser visto. He confirmado que cuando miras al abismo él también posa su mirada sobre tí, mi souvenir de cada recorrido siempre son las emociones que vivo en esos mundos, pero no en el mío.


De vuelta a la realidad

A veces siento que vivo en un mundo de fantasía, en un mal sentido. Si mi perspectiva es un colador a través del cual percibo el mundo, pareciera estar completamente bloqueado a veces. Siento que este último mes lo pasé más en un mundo imaginario que en el mundo real, cuando me había propuesto lo contrario e incluso por un buen tiempo sentí que estaba más presente que nunca.

¿Habrá un fin al ciclo de despertar y darte cuenta que sigues dormido?

Posdata

Leyendo sobre la teoría de muchos mundos me encontré con un cuento de Borges interesante (realmente es el primer cuento que leo de él), que toca un poco la noción de que todo lo que puede suceder, sucede al mismo tiempo.

https://ciudadseva.com/texto/el-jardin-de-los-senderos-que-se-bifurcan/

Y creo que lo que recientemente plantó la idea de otros mundos, y posibilidades cuánticas fue ver Devs (2020), una serie que comencé a ver sin muchas expectativas, pero, como buena obra de ciencia ficción, terminó siendo una buena reflexión sobre la vida misma.